¿Cuándo fue la última vez que realmente se relajó, rodeado de velas y sintiendo aceite tibio en la piel?
Ahora que hace tanto frío afuera, sería el momento perfecto para un cálido masaje juntos.
Me pongo mi hermoso kimono de seda para ti y lentamente lo dejo caer al suelo. Mi piel suave anhela tus manos fuertes pero tiernas y el aceite fragante se puede esparcir tan bien que puedes masajear cada centímetro de mi cuerpo apretado con él.
Puedes tocarme en cualquier lugar, desde todos los lados y todo el tiempo que quieras. Mira cómo fluyen las gotas brillantes sobre mis senos hasta los lugares más íntimos.
Mi respiración se vuelve más rápida y estás sosteniendo mis nalgas con ambas manos...
No te pierdas esta experiencia erótica. Déjame seducirte, puedes disfrutarlo.